jueves, 29 de abril de 2010

Yo vi a Jonathan Richman -y me emocioné-

El sábado por la noche fue la última de las tres presentaciones que el cantante y guitarrista estadounidense Jonathan Richman dio en el país. En la entrada del Salón Real (la sede porteña elegida para los shows) repartían unas calcomanías escritas con la frase: “Yo vi a Jonathan Richman”, y lo primero que se me ocurrió cuando me la dieron fue que de alguna manera estar ahí implicaba ser parte de un club de culto o algo por el estilo. Porque muchos se preguntarán ¿quién es este personaje del que poco hablan las revistas de música pero que parece despertar amor incondicional entre sus seguidores? Bueno, por mi parte me terminé de convencer del significado de esa frase al final y, déjenme agregarles que si el título de su disco Te vas a emocionar es una premonición de lo que genera verlo en vivo, la frase completa debería haber sido “yo vi a Jonathan Richman y yo también me emocioné”.
Poco antes de llegar al país para dar su primera presentación en Córdoba, Richman mandó una carta al público argentino donde se presentaba como Juanito y anticipaba que sus conciertos pretendían ser totalmente improvisados: nada de listas de temas ni fórmulas repetidas; como él mismo escribió “yo no hago actuaciones, anteriormente actuado”. Quizás ese sea otro de los condimentos que hacen que ver un show de este personaje sea tan emocionante; uno no sabe con qué se puede encontrar. Pero lo que si se sabe es que lo va a disfrutar porque a sus casi 60 años -parece más joven que cualquiera- Richman tiene fama de gran performer y una vez que se sube al escenario no defrauda.

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lunes, 19 de abril de 2010

Jonathan Richman; poeta, trovador y bailarín

Jonathan Richman es uno de esos artistas que una vez que logran conectar con su público entablan una relación para toda la vida. Y si bien nunca se encasilló dentro de la música mainstream de la época, sí se lo considera un referente del rock independiente y un pionero del punk. Si hubiera que definirlo en pocas palabras se podría decir que es todo un poeta. Su multifascética carrera lo llevó a lo largo de los años a escribir canciones que servirían de base para la cultura juvenil de la protesta y la disconformidad punk, así como también años más tarde escribió otras que fueron usadas en una simpática y graciosa comedia hollywoodense.
Actualmente en su página de My Space (que no está creada ni manejada por él) sus fans lo definen como un “cantante, guitarrista y bailarín”; y es que cualquiera que haya visto alguno de sus shows (al menos en videos de youtube), comprueba que Richman es dueño de una personalidad carismática y un espíritu juvenil eterno, que logra combinar gracia y talento cada vez que se sube a un escenario, donde improvisa, baila e interactúa continuamente con la gente, cautivando y divirtiendo a todos sin excepción. Sus habilidades como performer son tan atrayentes como lo es su larga y exitosa carrera musical, casi una combinación perfecta.

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miércoles, 7 de abril de 2010

La improvisación al poder

Una vez por mes, un escritor se sienta en un bar céntrico para protagonizar una velada diferente en la que se enfrenta a la mirada atenta de un público que, entre copas y charlas, asiste a una escritura improvisada en vivo, un claro desafío a su imaginación. Una pantalla gigante conectada a la computadora en la que escribe permite al público/lector seguir atentamente el proceso de creación único que se va generando. El escritor escribe, borra y vuelve a empezar. Del otro lado, varios ojos siguen los movimientos del cursor que avanza, se frena y retrocede, mientras ellos también improvisan una lectura.
De eso se trata el Jam de Escritura, un encuentro-espectáculo por demás interesante, donde las palabras se convierten en historias, y los tragos se combinan con libros.
“La idea era cortar con la rutina del escritor, mi idea era eso, cómo hago para que un escritor escriba en vivo, como pongo al escritor en un lugar de estrella antes de que saque un libro, un poco la vuelta fue eso, mostrarlo mientras trabaja”, cuenta el escritor y guionista Adrián Haidukowski, creador de esta movida.
El primer Jam se hizo en el año 2007 en el bar La Sede, después se mudó a los miércoles rockeros del Podestá, y este año se estableció en Le Bar. El año pasado, la Editorial Mondadori publicó un libro con los escritos de todos los que participaron en el Jam durante 2008 y 2007, y para el próximo año preparan las valijas para desembocar en México.

http://www.jamdeescritura.wordpress.com/

Columna publicada en Revista GATAFLORA, diciembre 2009.
Foto: blog Jam.

FABRICANTE

Se sabe que la juventud es el momento de la vida más oportuno para hacer proyectos, tener ideas disparatadas, viajar por el mundo y convencerse de que todo es posible. O incluso mejor: de que todo está a nuestro alcance. Y es cierto que están los que se pierden en la utopía de sus propios ideales, pero tampoco faltan los que se dejan llevar por la corriente y se sorprenden a sí mismos cumpliendo varios de esos sueños juveniles.
Diego Beyró tiene 25 años, es argentino y vive en Italia desde hace dos, cuando se fue a trabajar a Fabrica -el centro de investigación y desarrollo del grupo italiano Benetton- en pos de la fantasía de convertirse en un artista de verdad y para descargar toda su creatividad. Y lo logró. En poco tiempo sus obras recorrieron España, Portugal, Estados Unidos, Líbano y Argentina. Pasional, lleno energía y vitalidad artística, no hace falta cruzar muchas palabras con él para sentirse seducido y conquistado, como los sueños que hizo propios por pura convicción.
Pero, como todos, primero probó suerte en otras cosas. Cuando terminó el colegio se puso a estudiar Bellas Artes, hasta que dejó para mudarse al mundo creativo de los publicistas. Trabajó un tiempo en la agencia El Cielo, de Agulla & Bacceti, donde se convenció de que necesitaba soltarse para volar más alto. Entonces dejó de lado las mieles de la seguridad laboral y se lanzó a lo desconocido. Le llegó la posibilidad de irse a Italia, y no lo pensó dos veces. Renunció, y esa renuncia marcó el punto de inflexión en su carrera artística, que lo llevó adonde tenía que estar.
Allá, en Italia, tuvo su primera exposición cuando lo convocaron para exponer en la Feria Internacional de Arte Contemporáneo de Milán (Miart 08, Art Now!), donde presentó una parte de su serie Expresiones, retratos de jóvenes en el momento del orgasmo plasmados sobre sábanas. Después, la misma serie viajó a Buenos Aires para ser exhibida en ArteBA ´08 y en la Galería Wussmann, en San Telmo. Y va por más.


Extracto de nota publicada en Revista GATAFLORA, septiembre 2009.
Foto: Gustavo Millón.

Rock & Roll NENE!

T in the Park convoca a chicos de look estratégicamente desaliñado, chicas en polleras flúo transparentes y botas de lluvia, que se pasean entre el barro, las montañas de basura y latas de cerveza que transforman durante tres días la belleza inmaculada de este inmenso predio, en un gran caos visual.
Si una comunidad se define como un conjunto de individuos que comparten elementos, claramente ésta no es la excepción: gente corriendo de un escenario a otro persiguiendo la música y dejándose llevar por la mística experiencia de “sexo, drogas y rock n roll”, disfraces, música, euforia, baños colapsados, bebidas y estimulantes en cantidades industriales son el componente de excesos que este hervidero de buenas canciones ofrece para escapar de la agobiante rutina durante un intenso fin de semana.
El día y la noche se confunden entre los sonidos de los amplificadores y las incandescentes luces que salen de las pantallas de los escenarios. La única consigna es dejarse llevar por el espíritu alegre y festivo que inunda T in the Park. Y la fiesta no se detiene ahí, cuando la serie de recitales programados para cada fecha termina, esta comunidad de carpas no duerme. El festival se convierte en una gran ciudad iluminada con bares que abren sus puertas para saciar la infatigable búsqueda de diversión que pareciera no terminar nunca.
Entonces comienza el turno de los DJ´s, que se adueñan de las carpas y hacen detonar las pistas de baile con sus sonidos electrónicos. El furor y la agitación completan este gran acto tribal.
Un espectacular show de fuegos artificiales marca el final de esta fiesta desatada en el corazón de Escocia. Miles de personas aturdidas y agotadas abandonan el lugar en una caravana interminable de autos y buses que se pierden en las rutas hacia al mundo real.

Extracto de nota publicada en Revista GATAFLORA, junio 2009.
Foto: Juanchi Sergio y Tomi Quartino.